Decía el escritor irlandés, Oscar Wilde: "No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.", y, quizá esta afirmación estaba bien para su época; sin embargo, el paso del tiempo ha abierto la puerta a más reglas, formas y modelos para narrar, con base en diversas necesidades y objetivos.
Si llevamos el terreno editorial al mundo del marketing, la publicidad y las marcas, hoy sabemos que una estrategia de contenidos es de las más rentables y efectivas que hay, debido a los niveles de inversión moderados, su alto índice de ROI (Retorno de Inversión, en inglés) y a la inmensa variedad de estilos que se pueden utilizar para atraer audiencias, engancharlas y darles confianza en una marca. El estudio Digital 2022 de HootSuite y We Are Social arroja que la principal razón por la que la mayoría (61%) de las personas de 16 a 64 años usan internet es para buscar información y un poco más abajo, para mantenerse actualizado en noticias y eventos importantes. Esto nos deja claro que el consumidor, aunque abarque diversas generaciones de edad, busca historias y contenidos de interés.
Sabemos que el cambio en los hábitos de consumo, el mayor uso de dispositivos móviles y redes sociales han impulsado la necesidad de desarrollar otras formas de atracción por medio de la narrativa. Hoy, contar lo que hace una marca ya no es suficiente. La escritura debe buscar formas de incluir y llamar a la acción. De igual manera, debe transmitir mensajes emocionales y en línea con la forma de pensar de los internautas. Y es en este punto donde inicia el camino evolutivo de la narrativa: del storytelling, al storydoing y el storyliving.
El primer paso es la base de todo y lo más utilizado durante muchos años. El storytelling es la actividad de contar historias atractivas que mencionan y engrandezcan el éxito de una marca. Y esto tuvo un gran éxito y hoy significa el origen de cualquier plan de contenidos. Pero hoy, las audiencias no sólo quieren leer casos de éxito o campañas, sino que buscan tener un lugar central en las marcas que consumen. Internet, la tecnología móvil y las innovaciones en el campo de la inteligencia artificial o la realidad virtual, han impactado los hábitos de consumo a un punto en el que la gente busca explorar de primera mano aquello que quiere consumir.
El siguiente paso de la evolución narrativa es el storydoing que, en palabras simples, es una forma de invitar a un cliente a vivir la experiencia del producto o servicio que, como marca, estás ofertando. En este punto se trata de brindar a las audiencias la oportunidad de ver y experimentar el producto o servicio de forma real, así no sólo se cuenta una historia, sino que pasas directamente a la acción para que las personas comprueben que esa historia es cierta. También es una fórmula perfecta para fortalecer el vínculo entre la marca y su público, interactuando de manera más cercana y, por consiguiente, logrando mayor identificación y lealtad.