En el contexto de la desigualdad de género en la región de América Latina, las mujeres continúan siendo víctimas de situaciones desfavorables importantes, tales como la opresión social, cultural, política y económica, y la falta de visibilización sobre dichos problemas, ya que históricamente han vivido dentro de una estructura que obstaculiza derechos humanos, perpetúa estereotipos y decisiones basadas en el género.
En respuesta a lo anterior, el género femenino en Latinoamérica -y el resto del mundo-, se ha puesto en una constante lucha contra la desigualdad existente en todos los ámbitos que permean la sociedad (familia, trabajo, imagen en medios populares, espacios culturales, etc.) por medio del movimiento feminista y sus diversas tendencias (20, de acuerdo con la Universidad Complutense de Madrid) a fin de remodelar y derrumbar pensamientos y actitudes que fomentan la desigualdad e inequidad de género.
América Latina es, infortunadamente, un foco rojo en la violencia de género. Dentro de algunas de las aristas que abarcan esta situación para las mujeres de la región, podemos mencionar las siguientes:
Estos puntos quedan demostrados en las cifras. Si hablamos de los primeros, el informe “The Global Gender Gap Report 2021” publicado por el Foro Económico Mundial, muestra que los países de LATAM con mayor diferencia son: México (34), Argentina (35) y Colombia (59), y Chile (70), de un total de 156 países.
Si hablamos de la segunda arista, el Guttmacher Institute menciona que los abortos clandestinos en mujeres han llegado a contabilizar entre 5 mil y 10 mil muertes por año, convirtiéndose en un problema de salud pública. De igual manera, 9 de cada 10 mujeres Latinoamericanas han sufrido acoso y hostigamiento sexual, ya sea en la calle o por medios digitales, según Amnistía Internacional.
Espacios de nueva visibilidad de género
Desde hace años, muchas mujeres han creado comunidades para hacer visible su lucha, sus formas de expresión y emanciparlas de la inferioridad respecto al sistema heteropatriarcal que impera en la región.
Hoy, las redes de apoyo dentro de la lucha feminista han constituido un lugar de diálogo y acompañamiento para las mujeres que buscan ayuda en sus diversas luchas, convirtiendo dolencias individuales en colectivas. Una de las vías más poderosas que las mujeres han encontrado está en el mundo digital. El ciberactivismo en LATAM es una construcción que va desde podcasts hasta productos visuales, donde las mujeres han encontrado espacios seguros en los cuales han generado estrategias para aportar conocimiento, herramientas e incluso, apoyo profesional en la salud psicológica e integral de la mujer para transformar, renombrar e identificar realidades violentas.