El rediseño de una imagen corporativa o rebranding es, sin duda, una gran oportunidad para marcas y empresas de reinventarse, establecer un nuevo posicionamiento, incrementar la relevancia ante sus clientes y el mercado y, por supuesto, impactar de manera positiva en su rentabilidad. Pero, ¿sabes qué es el rebranding y cuándo utilizarlo? De eso hablaremos aquí.
Primero lo primero… ¿qué es rebranding?
Cuando hablamos de rebranding nos estamos refiriendo al rediseño de identidad o imagen corporativa, así como al cambio de marca. Se trata de una estrategia tras la cual crearemos un nuevo término, diseño, nombre, símbolo o combinación de los mismos para una marca ya establecida. El objetivo es dar origen a una nueva identidad para que viva en la mente de las audiencias clave: internas, inversionistas, influencers, líderes de opinión, consumidores, prensa, entre otros.
Pero ojo: más allá de los aspectos gráficos como logos, colores y mascota, cuando una marca se plantea un proceso tan complejo como éste, ya sea por necesidades comerciales o corporativas, es importante tener en cuenta las implicaciones de negocio y económicas que deben asumirse previamente y durante la implementación.
¿Qué detona un rebranding y cuándo utilizarlo?
Antes de destinar recursos al cambio de una marca, las empresas deben cuestionarse si los cambios merecen la pena, qué beneficios obtendrán y cuál será la naturaleza de dicha transformación (actualización o un cambio completo, por mencionar dos ejemplos).
A continuación enlistamos seis de los principales detonadores de rebranding:
Inside-out thinking
El primer paso es hacer una profunda inmersión para comprender todas aquellas conexiones psico-emocionales que deseamos modificar tras el rebranding.
Una marca no es lo que hace una empresa o su aspecto, sino lo que la gente cree que hace y lo que siente por ella, por lo tanto nuestra investigación deberá tomar en cuenta tres aspectos principales:
Team in action!
Una vez que la investigación y el análisis nos han ayudado a identificar los cambios necesarios, el siguiente punto es entender la inversión respecto a los recursos operativos internos y externos para poner en marcha las mejoras, y posteriormente crear un equipo de marca multifuncional, que incluya desde recursos humanos y ventas, hasta otros expertos dentro de la organización. Igualmente, hay que considerar a todos los “héroes” internos que sean ampliamente respetados y sepan cómo funcionan realmente la cultura y la política de la empresa.