La temporada de premios está en su punto más álgido y la 97ª edición de los Premios Óscar promete ser una noche llena de emoción, talento y momentos memorables. Sin embargo, más allá del reconocimiento al cine, la gala también ha sido el escenario de una crisis mediática que nos deja importantes aprendizajes sobre la gestión de la reputación en tiempos digitales.
El caso de Karla Sofía Gascón y la película Emilia Pérez ha evidenciado cómo un manejo deficiente de crisis puede afectar no solo a un talento en particular, sino a toda una producción, su estrategia de comunicación y marketing e incluso su desempeño en la taquilla. Con el resurgimiento de publicaciones controversiales en redes sociales, una reacción tardía y una falta de coordinación entre equipos de PR, la controversia escaló hasta convertirse en un problema de relaciones públicas de gran impacto.
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A continuación, analizamos algunos de los errores clave en esta crisis y cómo podrían haberse gestionado de manera más estratégica.
Errores en la gestión de crisis de Emilia Pérez
Según Penélope Torres, nuestra Client Service Director en another, hay ciertos elementos que convirtieron esta situación en una tormenta perfecta.
Uno de los principales errores fue la falta de una reacción inmediata. Cuando salieron a la luz los antiguos tuits de Gascón con contenido racista e islamófobo, la respuesta de la actriz fue lenta y mal ejecutada. Si bien ofreció disculpas públicas y cerró su cuenta de Twitter, estas acciones se percibieron como poco sinceras y evasivas.
A lo largo de la crisis, Gascón dio entrevistas sin un plan de comunicación estratégica, lo que resultó en declaraciones que agravaron la situación. Esto evidenció una falta de alineación con su equipo de PR y con los responsables de la campaña de la película.
Cuando no hay un mensaje coherente ni una estrategia de comunicación bien definida, la crisis se convierte en un campo minado donde cada declaración errónea puede detonar nuevas reacciones adversas.
Ante la polémica, el director Jacques Audiard se deslindó públicamente de la actriz. Si bien esta es una medida común para proteger una producción, un distanciamiento abrupto puede hacer que la crisis escale aún más.
Las crisis y gestión digital deben manejarse en tiempo real. En este caso, eliminar una cuenta en X (antes Twitter) no resolvió el problema de fondo. Al contrario, aumentó el escepticismo y la percepción de evasión.
¿Cómo enfrentar un escenario de crisis de relaciones públicas en eventos como los Óscar?
Con la ceremonia a la vuelta de la esquina, el caso de Gascón sigue generando incertidumbre sobre cómo se manejará su presencia en la alfombra roja y en entrevistas. En este sentido, hay estrategias de comunicación asertiva para amortiguar el impacto mediático:
El impacto de una crisis de relaciones públicas mal gestionada
Más allá del daño reputacional, este caso también tuvo un impacto financiero significativo. Se estima que la crisis ha representado una pérdida de 12 millones de dólares para la producción de Emilia Pérez, frente a los 27 millones de dólares de inversión inicial.
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En un mundo donde las redes sociales amplifican cada movimiento, el manejo de crisis ya no es opcional, sino una necesidad para marcas, figuras públicas y producciones cinematográficas. La diferencia entre salir fortalecido o hundirse en una crisis radica en la preparación, la transparencia y la capacidad de adaptarse con rapidez.