Desde el popular dicho “print is dead”, que supuestamente sentenciaba el destino de la prensa escrita, muchas analogías sobre otros medios de comunicación tradicionales también se han hecho, diciendo, por ejemplo, que la televisión sería sustituída por el streaming o que la radio está cediendo la estafeta al podcast, que en años recientes ha cobrado mayor importancia como canal de difusión.
Últimamente, y en el marco del Día Internacional de la Radio (13 de febrero), la discusión con respecto a la “muerte de la radio”, o la sustitución por nuevas tecnologías sonoras, está más fuerte que nunca. Sin duda, es cierto que Internet cambia todo lo que toca, y la radio no es, para nada, la excepción: el streaming de contenido sonoro es cada vez más popular e irrumpió mediante lo que conocemos como podcast.
La expansión que alcanzó este medio desde su aparición le dio la posibilidad a muchas personas de redescubrir el mundo del contenido sonoro. Sobre todo porque puede ser escuchado en cualquier parte y toca temas que quedan por fuera de la radio tradicional.
Sin embargo, los contextos nacional y mundial no abandonaron a la radio a su suerte: en la era de las redes sociales, éste no es un medio obsoleto. Incluso sigue siendo el medio de comunicación más utilizado en el mundo. Además, ha demostrado que se puede adaptar fácilmente a situaciones de crisis. Un ejemplo: durante el inicio de la COVID-19, la radio ha vuelto a destacarse como medio esencial para organizar, en todo el mundo, acciones solidarias con el fin de disminuir las consecuencias de la pandemia. Entonces, la respuesta es “no”, la radio no ha muerto y el podcast no tomará su lugar.
¿Por qué la radio sobrevive?
Desde su creación en 1909, la radio ha sido el medio de comunicación más masivo, ya que tiene la gran ventaja de llegar hasta los lugares más recónditos, siendo accesible a personas de todas las razas y estratos sociales. Pese a la llegada de las nuevas tecnologías, la radio sigue siendo la plataforma más poderosa, dinámica, participativa y versátil para que todas las personas hagan escuchar sus voces desde una perspectiva amplia y diversa.