Los conciertos, ir al gym, las bodas, el antro, los viajes, las graduaciones, las reuniones, las “retas” de FIFA, los banquetes (en los tacos de la esquina), las series, las obras de teatro y hasta las funciones de cine… nada pasa si no lo tuiteas, lo instagrameas, lo snapchateas, lo tiktokeas o lo feisbuqueas (para los más retro). Es como si no sucediera. Y luego ni pones atención a lo que estás presenciando porque estás más pendiente de todos los likes y comentarios. Las nuevas instrucciones ante una emergencia deberían ser “no tuiteo, no corro, no empujo”.
Puede ser un síndrome, un problema o simplemente algo gracioso y característico de los humanos del siglo XXI, pero sea como sea es una realidad: nuestro smartphone nos acompaña en todos los momentos de nuestra vida, y cuando algo nos emociona, sentimos una necesidad impulsiva de compartirlo, tanto para hacer partícipes a nuestros seguidores, como para causarles envidia o demostrar nuestros amplios conocimientos. Muestra de ello es el deporte y el futbol es el mejor ejemplo.
No importa dónde lo veas, en un bar repleto de gente, en tu depa con tus amigos, unas chelas y una botanita, o simplemente “solito en soledad” (pero con tu enorme pantalla), siempre tienes a la mano (literalmente) una pantallita, tu smartphone, que te tiene “con un ojo al gato y otro al garabato” para no perderte de lo que están tuiteando los demás, y ya si eres de dedos rápidos, para tuitear tú mismo/a tus impresiones del partido, sentirte comentarista o director técnico, o ser el primero en anunciarle el gol a tus (cinco) seguidores. Es la llamada “segunda pantalla”, aquella que nos acompaña en la final de nuestra serie o reality show favorito, cuando vemos las noticias o hasta cuando manejamos (aunque eso no debería ser). Y en el medio tiempo, primero tuiteamos y luego vamos al baño.
Las marcas saben esto y los clubes de futbol, más. De esto hablaremos en este artículo. Te vas a ir para atrás al saber estas cifras…
LAS ESTADÍSTICAS
Los seguidores del futbol ya no solamente acuden “religiosamente” a los estadios para apoyar a su equipo o selección, sino que van a las redes para enterarse de las últimas noticias y también para stalkear a sus jugadores favoritos. De acuerdo con Nielsen, se trata de usuarios mayormente jóvenes, de entre 16 y 29 años (76%), y de más hombres que mujeres, aunque la diferencia entre ambos es de sólo 4%.
Ahora bien, de acuerdo con Kantar Media, la final de la Champions 2016 entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, fue visto por casi 10 millones de personas, pero en Twitter tuvo una audiencia de 1,307,632 usuarios, casi un 15% del “rating” en televisión. Así mismo, se publicaron aproximadamente 1.2 millones de tuits sobre este partido, unos 10 mil por minuto. Las cifras anteriores sólo corresponden a España, y eso fue hace tres años…
Hoy, el futbol es uno de los deportes con más influencia en redes sociales. En Facebook, por ejemplo, cuatro de las 10 páginas con más “me gusta” a nivel mundial, quitando las de Facebook misma, son relacionadas a este deporte: Cristiano Ronaldo, Real Madrid, FC Barcelona y Leo Messi.
En Twitter la cosa es parecida, aunque aquí las cuentas campeonas sean mayormente de cantantes o músicos como Katy Perry o Justin Bieber, sin embargo, Cristiano tiene 78.5 millones de seguidores, Neymar 43.7, el Real Madrid 32.4 y Kaká 29.7. Pero es gracias a Instagram que el delantero de la Juventus de Turín es el rey indiscutible de las redes sociales, pues alcanza más de 300 millones de seguidores sumando su influencia en las tres redes principales.
Evidentemente, los hashtags más usados en Twitter son “pamboleros”. De hecho, éstos empiezan a tomar los primeros lugares de la lista incluso horas antes de que inicien los partidos, y permanecen horas después. Esto sucede, en parte, por todos los memes, gifs y repeticiones de los goles que “vuelan” por la red del ave azul. De hecho, en 2018 la FIFA firmó un acuerdo con dicha red para que se pudieran homologar las repeticiones de los goles del Mundial de Rusia; todavía en Brasil 2014 esto estaba prohibido, pero incluso así este mundial fue el hecho más tuiteado de la historia, con 672 millones de menciones.