Durante décadas, el marketing dirigido a padres se apoyó en estereotipos de autoridad, torpeza entrañable o fortaleza protectora. Pero la Generación Z está reescribiendo el guion. Y con ello, obliga a las marcas a repensar cómo diseñar experiencias que conecten con una nueva forma de vivir la paternidad.
En 2025, los integrantes mayores de esta generación —nacidos entre 1997 y 2004— tienen entre 21 y 28 años. Algunos ya se han convertido en padres. Y lo hacen desde un lugar distinto: emocional, visible, digital y profundamente consciente.
“Los padres jóvenes de hoy no solo buscan experiencias para disfrutar con sus hijos e hijas, buscan que esas experiencias los representen. Quieren espacios que reflejen su identidad, que sean modernos, estéticos y emocionalmente significativos”, explica nuestra Business Development Director en another, Natalia Sánchez.
Paternidad visible, estética y emocional
Para muchos padres Gen-Z, criar no es una responsabilidad aislada: es parte de su identidad pública. Comparten fotos con sus hijos, cocinan en TikTok, arman playlists familiares y hablan abiertamente de salud mental. Lo doméstico y lo emocional son parte de lo narrable. Lo íntimo se convierte en comunidad.
Este comportamiento no es exhibicionismo: es una forma de conectar, de normalizar nuevas masculinidades y de visibilizar la ternura como valor.
Más experiencia, menos producto
Según un análisis de KV Marketing, el 78% de la Gen-Z prefiere invertir en experiencias memorables antes que en productos materiales. Y eso redefine el terreno del marketing. Ya no basta con una muestra gratis ni una activación genérica en un centro comercial. Se necesitan experiencias con sentido, diseño y propósito.
Natalia Sánchez resume los principios que deben guiar las nuevas estrategias:
- Digital-first, pero con momentos físicos memorables
- Personalización, para que cada padre se sienta visto
- Contenido compartible, visualmente cuidado y emocionalmente auténtico
- Estética sin artificio, conectada con la verdad emocional
- Propósito claro, que celebre nuevas formas de ser familia
Experiencias con intención: del pop-up al manifiesto
Las marcas que quieran conectar con padres Gen-Z deben ir más allá del entretenimiento. Las experiencias deben hablar de identidad, pertenencia y conexión real. Desde pop-ups sensoriales hasta espacios inmersivos que combinen arte, tecnología y crianza consciente, el reto es crear plataformas vivenciales, no solo momentos publicitarios.
“Crear experiencias para los nuevos papás no es solo una estrategia comercial: es una forma de acompañar un cambio cultural profundo. Y las marcas que lo entiendan tienen la oportunidad de conectar desde lo auténtico y lo significativo”, concluye Sánchez.
De target a comunidad
La Generación Z ya no quiere que le vendan cosas. Quiere formar parte de lo que las marcas representan. En el caso de la paternidad, eso significa acompañar, visibilizar y resignificar. No se trata solo de hablarle al “papá moderno”, sino de construir espacios donde esa paternidad plural, digital y emocional se sienta bienvenida.
En another, creemos que el marketing de experiencias debe ser una invitación a vivir, compartir y celebrar nuevas realidades. Y la paternidad Gen-Z es una de ellas.