Desde hace 10 años, el Buen Fin es uno de los eventos más esperados por muchas personas y por cientos de tiendas, ya que los primeros tienen la oportunidad de adquirir algún producto o servicio a través de una buena oferta y, por su parte, los comercios podrán aumentar su comunidad de consumidores, fidelizar a los que ya tienen o llegar a nuevos sectores y generar leads (potenciales compradores).
En una década de evolución, esta fecha, influida por otros hitos comerciales en el mundo como el Black Friday, se ha transformado desde distintos puntos: fechas, procesos y operaciones. En adición, la pandemia ha marcado nuevos caminos en el mundo del comercio, enfatizando en modelos como el e-commerce, la diversificación de las vías de venta y una mayor apuesta por la omnicanalidad. Como ejemplo, en el Buen Fin 2020 se destacó el intenso incremento en el uso de canales digitales, pues gracias al confinamiento y a que se ampliaron las fechas de compra, el porcentaje de ventas online subió 225% en comparación con el año anterior, de acuerdo con datos de la AMVO.
Si a eso le sumamos que 4 de cada 10 compradores adquirieron algún producto en línea por primera vez y que, para este año, se proyecta que 97% de los potenciales compradores piensan adquirir sus artículos combinando en algún momento las tiendas físicas con las páginas web, estamos hablando de eventos digitalizados y que requieren de estrategias poderosas para establecerse en el gusto de los internautas.
La receta del éxito para el Buen Fin
Con todas las marcas que participarán en la onceava edición del Buen Fin, la competencia será muy reñida en cuestiones de hacerse notar, subir buenas promociones y, en última instancia, aumentar el número de clientes.