En una sociedad que busca una mayor autenticidad, identificación y unidad tras dos años de una pandemia que aceleró procesos y cambió la manera de percibir al mundo, diversas marcas pasaron por un periodo de revolución desde diversas aristas: construcción de estrategias, vías de comunicación y narrativas dirigidas a un sólo objetivo: la reputación. Con base en lo anterior, en another nos dimos a la tarea de investigar y puntualizar la evolución de las relaciones públicas hacia las Marketing Communications (MARCOMM).
Desde el mundo de las PR, la reputación de marca es un activo fundamental y una ventaja competitiva en sí misma. Las marcas que quieran ser exitosas deberán comprender la importancia en sí de este concepto y, más allá de ello, saber ponerse al servicio de todos sus grupos de interés y no solo de unos cuantos. Esto, en nuestra realidad actual, marca la diferencia entre el éxito o fracaso de una estrategia de marketing o comunicación.
La crisis general que significa la pandemia por COVID-19, derivó en una reinvención de las marcas, dando mayor ponderación a lo intangible. De acuerdo con el Global Intangible Finance Tracker (GIFT) de Brand Finance y Corporate Excellence, el 52% del valor total de las empresas que cotizan en bolsa a nivel global corresponde al valor de los intangibles, como es la reputación y sus efectos, positivos y negativos.
Actualmente, el daño reputacional se ubica como el segundo mayor riesgo que ven las compañías, solo detrás de factores externos como la desaceleración económica; esto, en buena parte se debe a la facilidad con la que el sentido de un mensaje puede ser transmitido de manera equivocada o con una sensación de falsedad, y qué tanto puede repercutir en una marca, hablando desde grandes pérdidas económicas hasta la pérdida de la credibilidad.
Transmitir con propósito
Una de las tendencias más fuertes en la MARCOMM es el de tener estrategias, campañas e historias con propósito, ya que este valor sustenta el significado y expresión de las nuevas generaciones que siempre están en búsqueda de optimizar valores. Pero, ¿cuáles son las características que definen al propósito? Aquí destacamos tres, que son:
Aquellas compañías que tienen un propósito definido, y que lograron llevarlo a la acción y comunicarlo de manera clara a sus grupos de interés -empezando por los mismos colaboradores-, sortearon mejor el momento de incertidumbre de la crisis global.
Identidad y sostenibilidad, factores de éxito
Junto al propósito llegan dos características esenciales en el Marketing Communications. La búsqueda de la autenticidad por parte de una comunidad es definitiva para convertirla en consumidora de tu marca.