Si estás leyendo esto, seguramente es porque has considerado implementar una estrategia de contenido para tu marca (por ejemplo, mediante un blog), o ya la tienes pero quieres darle fuerza. Pues bien, llegaste al lugar indicado.
Uno de los objetivos más recurrentes de las estrategias de contenido es lograr que todos (o la mayoría de) los mensajes que emitimos se viralicen y lleguen incluso a otras audiencias que probablemente no teníamos consideradas en un inicio. Eso sucedería en el “mundo ideal”, pero tampoco es tan fácil.
Sin embargo, una de las tácticas más efectivas para que esto suceda es sin duda el storyteling y el storydoing, de los cuales ya te hemos hablado en algunas ocasiones, pero creemos conveniente hacer unas precisiones que han surgido en el día a día del trabajo con nuestros clientes.
Si bien es cierto que la gente aprecia las historias personales y los casos de éxito, no conviene exagerar, y hay que enfocarlas hacia las audiencias. En otras palabras, recordemos el principio básico del content marketing: no es publicidad, es contenido orgánico. Esto quiere decir que no te puedes pasar todo el tiempo hablando siempre de tu marca con el “yo-yo-yo-yo-yo”. Ese tipo de contenido es rechazado prácticamente por las audiencias porque se asemeja mucho a la publicidad tradicional outbound. El objetivo del content marketing es inbound: atraer a las audiencias, no alejarlas.
Por otra parte, es importante que si vas a hablar de cosas que has hecho o de logros relevantes, enfoques tus mensajes en transmitir cómo tus acciones impactan a tu público, cómo solucionas algo de su vida, cómo atiendes sus necesidades de maneras creativas, etc. De lo contrario, tus audiencias exclamarán el tan temido “¿¡y eso a mí, qué!?” y dejarán de leerte.
Y es justamente en este último punto que nos queremos concentrar en este artículo, porque aportar algo a tu audiencia no siempre tiene que ver con solucionarles un problema concreto. Si logras cumplir los siguientes objetivos con tus piezas de contenido, estarás mucho más cerca de agradar a tus consumidores y, por lo tanto, de estimular sus ganas de compartir tus contenidos, su fidelización orgánica y, ultimadamente, su paso de leads a clientes.
Educar
Esto es de lo que más aprecian las audiencias. ¿Por qué? Porque mediante la educación realmente puedes cambiar la vida de alguien. Ahora bien, educar no tiene que ver precisamente con regañar o imponer: cuando das un tip o cuando educas CON EL EJEMPLO, tu público tiende a agradecer más, a fidelizarse y a compartir. ¿Por qué crees que los tutoriales y los “cómo...” son tan populares en YouTube y en Google?
Educar te crea una imagen de experiencia e incrementa la confianza de los demás en ti. Ahora bien, recuerda que la honestidad es muy valorada por la gente cuando tiene contacto con las marcas, además de que te hace ver como alguien cercano y “mortal”, así que solo habla de lo que conoces, no te metas en terrenos que no dominas y no peques de altivez ni subestimes a la gente.
Una de las mejores formas de acercar a las personas a tu marca es “desmenuzar” a lo que te dedicas: explícales “con palitos y bolitas” lo que hace tu negocio o marca y, aunque la gente no esté buscándolo específicamente, al leer ese tipo de contenidos en tu blog aparecerás como alguien cercano y transparente.
Investiga qué le preocupa a tus audiencias o qué les da curiosidad y asegúrate de que cada contenido que compartas sea positivo y le cambie la vida a quienes te consumen. ¿No sabes cómo? Nosotros te podemos ayudar a definirlo y a producir contenidos efectivos.
El objetivo de educar es especialmente útil para la estrategia de contenido de las fintech, por ejemplo, ya que para captar clientes deben derribar muchos mitos y combatir temores para que la gente confíe en ellas y use sus servicios. Si tienes una fintech, podemos ayudarte.